Esto era un cura que para confesar a sus fieles usaba un ordenador y el programa “confesiones 6.0″. Total, que está un día confesando y llega una hombre:
-Me confieso de haber robado una lata de sardinas en el supermercado.
-Muy bien; un momento.
Y el cura coge y mete en el ordenador “robar lata de sadinas” y al momento sale por la impresora: “Rece dos padrenuestros y un avemaría”.
Llega ahora una mujer:
-Me confieso de no haber ido a misa el domingo pasado.
-Está bien. Un segundo.
Y el cura escribe “no ir a misa un domingo”, y sale por la impresora: “Rece un credo y un padrenuestro”.
Y por último llega una mujer joven, y le dice al cura:
-Me confieso de que mi novio ayer me metió la puntita.
-Ya; pues un momento.
El cura pone “novio meter puntita”. Y el ordenador que empieza a echar humo y hace unos sonidos rarísimos. A lo que el cura dice:
-Mira joven, vete y dile a tu novio que te la meta entera, porque esto con decimales no funciona.